Es la protagonista principal del relato. Una joven que, tanto en edad infantil como ya siendo adulta, es extremadamente madura, pragmática y con un sentido común por encima del resto de las personas. Esta madurez, quizás prematura, le lleva a no tener excesivo tacto y a decir las cosas tal y como las piensa, sin detenerse a pensar en las consecuencias que sus palabras pueden acarrear.

Vive sola con su padre, ya que su madre falleció al darla a luz a ella. Lo que influye notablemente en su carácter práctico.

Al alcanzar la madurez, Bipa se convierte en una joven seria, responsable y trabajadora, pero también pragmática hasta la desesperación. Suele hablar con una descarnada franqueza que a veces puede resultar incluso avasalladora. De complexión fuerte y robusta, como su padre, a diferencia de las jóvenes de su edad, no pierde el tiempo en flirtear con los chicos. Dedica todo su esfuerzo a cuidar de su hogar y de su padre y se afana en buscar tareas que llevar a cabo, cosas prácticas que hagan su vida un poco menos incómoda.

Tras superar su infantil animadversión hacia Aer, el constante contacto diario con éste hace que llegue a enamorarse de él. Algo que ella niega pero que le llevará a embarcarse en su búsqueda hasta el Reino de lo Etéreos.