La Emperatriz es realmente la Estrella Azul que resplandece en la alturas. Descendió de los cielos en tiempos remotos y su luz azul ha ido despojando a las cosas, los animales y las gentes de su corporeidad. Como un niño que le quita la cáscara a un fruto para devorar el interior, así la Emperatriz va desnudando a los espíritus de sus cuerpos para, por fin, alimentarse de su esencia.

 

De esa manera, con el tiempo, ha ido acabando con toda la vida que recubre el planeta, volviéndose éste frío en su superficie, pero conservando sus últimas fuerzas en el interior.

 

Sin saberlo, las gentes de las Cuevas y otras comunidades similares son rebeldes en un mundo gobernado por la inhumana Emperatriz, la Estrella Azul que descendió de los cielos. Ellos adoran a la Diosa de la Vida en un mundo donde los que veneran a la Emperatriz, hipnotizados por su frío resplandor, desprecian todo lo que les rodea y sueñan con liberarse de sus cuerpos para ofrecer sus espíritus a su hambrienta señora.

 

 

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